Sobre la propiedad privada, el capitalismo
establece que los recursos invertidos por los prestadores de capital para la
producción social, deben estar en manos de las empresas y personas particulares
que los adquieran. De esta forma a los particulares se les facilita el uso,
empleo y control de los recursos que utilicen en sus labores productivas, de
los que, a fines empresariales, podrán usar como mejor les parezca.
La libertad de empresa propone que todas las empresas sean
libres de conseguir recursos económicos y transformarlos en una nueva mercancía
o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas dispongan. A su vez, son
libres de escoger el negocio que deseen desarrollar y el momento para entrar o
salir de éste. La libertad de elección se aplica a las empresas, los
trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos
como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera
que esté dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo
que desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus
necesidades y se encuentre dentro de los límites de su ingreso.
Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o
personas que ofrecen y venden un producto (son oferentes) en un mercado
determinado. En dicho mercado también existe un gran número de personas o
empresas, denominadas consumidores (también llamados demandantes), las cuales,
según sus preferencias y necesidades, compran o demandan esos productos o
mercancías. A través de la competencia se establece una «rivalidad» o
antagonismo entre productores. Los productores buscan acaparar la mayor
cantidad de consumidores/compradores para sí. Para conseguir esto, utilizan
estrategias de reducción de precios, mejoramiento de la calidad, etc.
El
capitalismo se basa ideo lógicamente en una economía en la cual el mercado
predomina, esto usualmente se da, aunque existen importantes excepciones además
de las polémicas sobre qué debe ser denominado libre mercado. En éste se llevan a cabo las transacciones
económicas entre personas, empresas y organizaciones que ofrecen productos y
las que los demandan. El mercado, por medio de las leyes de la oferta y la demanda, regula los precios según los
cuales se intercambian las mercancías (bienes y servicios), permite la
asignación de recursos y la distribución de la riqueza entre los individuos.
Cada uno de los actores del mercado actúa
según su propio interés;
por ejemplo, el capitalista, quien posee los recursos y el capital, busca la maximizan del beneficio propio por medio de la acumulación y reproducción de
los recursos, del capital; los trabajadores, quienes trabajan por la recompensa
material que reciben (el salario) y, por último, los consumidores, quienes
buscan obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que quieren y necesitan
al menor precio posible.
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