La esclavitud era una situación
aceptada y a menudo esencial para la economía y
la sociedad de las civilizaciones antiguas. En la antigua Mesopotamia,
India y China se utilizaron esclavos en los hogares, en el comercio, en la
construcción a gran escala y en la agricultura. Los antiguos egipcios los
utilizaron para construir palacios reales y monumentos. Los antiguos hebreos
también utilizaron esclavos, pero su religión les obligaba
a liberar a los de su mismo pueblo en determinadas fechas. En las
civilizaciones precolombinas (azteca, inca y maya) se utilizaban en la
agricultura y en el ejército. Entre los aztecas,
los practicantes de distintos oficios compraban esclavos para ofrecerlos en
sacrificio a su dios patrón.
En los poemas épicos de
Homero, la esclavitud es el destino lógico de los prisioneros de guerra.
Los filósofos griegos
no consideraban la condición de esclavo como moralmente reprobable, a pesar de
que Aristóteles proponía
liberar a los esclavos fieles. En la antigua Grecia,
los esclavos, salvo raras excepciones, eran tratados con
consideración. Sin embargo, los ilotas de Esparta (descendientes de un pueblo
conquistado y obligados a trabajar duramente en el campo y a luchar en los
ejércitos espartanos) fueron tratados con gran severidad, debido principalmente
a que su población era mayor que la de sus gobernantes. Por lo general, los
esclavos eran utilizados como trabajadores domésticos, en oficios urbanos y en
el campo, en la marina y el transporte.
La esclavitud doméstica, por lo general, era menos dura, ya que el trato que
recibían solía ser muy familiar.
La esclavitud romana difería de
la griega en varios aspectos. Los romanos tenían más derechos sobre sus
esclavos, incluido el de vida y el de muerte.
La esclavitud era en Roma mucho más necesaria para la economía y el sistema
social que en la antigua Grecia, especialmente durante el Imperio. Los romanos
acomodados, que poseían grandes mansiones en la ciudad y en el campo, dependían
de gran número de esclavos para mantener sus hogares y sus propiedades
agrícolas. Las conquistas imperiales diezmaron los ejércitos romanos, de forma
que se hizo necesario importar gran número de esclavos extranjeros para que
realizaran el trabajo del campo. La principal fuente de esclavos era la guerra:
decenas de miles de prisioneros fueron llevados a Roma como esclavos;
sin embargo, todas aquellas personas convictas de crímenes graves y los
deudores, que se vendían a sí mismos o vendían a miembros de su familia para
pagar sus deudas, pasaban a ser esclavos.
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