martes, 16 de agosto de 2016

Los salarios

Los salarios

 Henry Ford comprenderá que la insatisfacción del obrero, engendrada por los métodos de trabajo tayloristas, se hace en detrimento de la productividad, y propondrá salarios muy por encima del mercado con el fin de limitar la rotación del personal y de ganarse la confianza de una mano de obra vuelta difícil de reclutar sobre puestos poco valorizados de producción en línea en un período sin paro. Este pensamiento se generalizará y acabará en el "compromiso fordista" de los años 1945-1970, el período sobre el cual la parte de los salarios en el valor añadido va a progresar en detrimento de la parte relativa del provecho. No obstante, la productividad siempre acrecienta asalariados satisfechos de sus salarios, permitiendo aumentar los provechos en lo absoluto: es aquí dónde aparece la idea de compromiso. El fin del compromiso fordista, desde los años 1970 o 1980 según los países, va sin embargo a arrastrar un movimiento inverso siempre corriente, en el cual la parte del provecho progresa rápidamente en detrimento de los salarios.


Modelos más recientes de organización del trabajo, tal como el "toyotismo", invitan al asalariado a hacer parte de sus reflexiones sobre el proceso de producción, permitiéndose hacer una influencia sobre la máquina, o por lo menos de tener la ilusión.


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