martes, 16 de agosto de 2016

Bibliografía

Bibliografía 

 https://es.wikipedia.org/wiki/Capitalismo

  http://www.significados.com/capitalismo/

 https://www.google.com.pe/search?hl=es&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1600&bih=799&q=uni9versidad+cesar+vallejo+&oq=uni9versidad+cesar+vallejo+&gs_l=img.3...1511.5366.0.5522.27.9.0.18.18.0.220.904.0j5j1.6.0....0...1ac.1.64.img..3.12.917...0j0i24k1j0i10i24k1.EhI4rA0FVyQ#hl=es&tbm=isch&q=el+capitalismo+

Los salarios

Los salarios

 Henry Ford comprenderá que la insatisfacción del obrero, engendrada por los métodos de trabajo tayloristas, se hace en detrimento de la productividad, y propondrá salarios muy por encima del mercado con el fin de limitar la rotación del personal y de ganarse la confianza de una mano de obra vuelta difícil de reclutar sobre puestos poco valorizados de producción en línea en un período sin paro. Este pensamiento se generalizará y acabará en el "compromiso fordista" de los años 1945-1970, el período sobre el cual la parte de los salarios en el valor añadido va a progresar en detrimento de la parte relativa del provecho. No obstante, la productividad siempre acrecienta asalariados satisfechos de sus salarios, permitiendo aumentar los provechos en lo absoluto: es aquí dónde aparece la idea de compromiso. El fin del compromiso fordista, desde los años 1970 o 1980 según los países, va sin embargo a arrastrar un movimiento inverso siempre corriente, en el cual la parte del provecho progresa rápidamente en detrimento de los salarios.


Modelos más recientes de organización del trabajo, tal como el "toyotismo", invitan al asalariado a hacer parte de sus reflexiones sobre el proceso de producción, permitiéndose hacer una influencia sobre la máquina, o por lo menos de tener la ilusión.


¿La maquina contra el obrero?

¿La máquina contra el obrero?

Esta problemática se hace ilustre desde los principios de la primera revolución industrial. Las modificaciones del trabajo y de su organización engendradas por la llegada de máquinas significa para los trabajadores una fuente de cesantía, pero sobre todo de degradación. Adam Smith (Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones,1776) reconoce que el desarrollo del maquinismo y la división del trabajo embrutecen a los hombres y hacen considerarlas como máquinas simples a la hora de realizar el mismo gesto simple cada día. En 1811, los obreros del Nottinghamshire se rebelan, inspirados por la leyenda del célebre Robin Hood, bajo la dirección de un mítico Ned Ludd, para destruir las máquinas, hechas sus enemigas. De allí se inspiraría en 1831 la "rebelión de los Tejedores de seda" (obreros lioneses de la seda). De hecho, para los capitalistas, la máquina primó mucho tiempo sobre el hombre. Es al último a quien se adapta. Cuando un accidente lo priva de un brazo, se cambia al hombre sin inquietarse por la adecuación de la máquina. Cuando la máquina y algunos de sus componentes son de accesos difíciles, se emplea a los niños, cuya talla permite ir a lugares poco accesibles.
Desde un punto de vista general, los estudios sobre períodos largos mostraron que el resultado de la introducción de las máquinas era más complejo que la competencia única hacia el trabajador, ya que hace también crear nuevos puestos más calificados (aparición de los ingenieros) en paralelo antiguos puestos de obreros. Más tarde, las máquinas pudieron reducir también las penurias y la duración del trabajo cuando su concepción tomaba en consideración esta aproximación. Les permitieron a los hombres acceder también a una sociedad donde los bienes son más abundantes gracias al aumento de la productividad. Ciertos autores, entusiastas de cara a la alta productividad de los sectores primarios y secundarios, confiando en la robotización, no dudaron en profetizar "el fin del trabajo" (Jeremy Rifkin, 1996), y adelantaron el advenimiento de una economía esencialmente

concentrada hacia los servicios para las personas ("la producción del hombre para el hombre", según Robert Boyer).
Los derechos sociales
"Desconsolados, reducidos a la alternativa de morir de hambre o de arrancarle a su dueño por el terror la más pronta condescendencia a su petición. "
Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, 1776
Bajo la presión del desarrollo del movimiento obrero y de la cuestión social, el legislador tendrá que reaccionar para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Las leyes progresivamente van a mejorar el tiempo de trabajo, las condiciones de trabajo, la edad mínima para trabajar, el acceso a los ciudados, a la "jubilación", etc. Desde 1833 en elReino Unido con la Factory Act, que limita a las 9 al día el trabajo de los niños de menos de 13 años, se dará un precedente para depurar estas situaciones. Estos progresos humanos lentamente se hacen, en el marco de un informe permanente de fuerzas.
Este período ve también desarrollarse de nuevas formas de solidaridad entre trabajadores que se auto-organizan para hacer frente a un diario vivir duro. Las formas modernas de la economía social se les desarrollan en oposición al capitalismo y les proponen servicios a los asalariados. Primeramente, las primeras mutuales sirven para financiar los entierros, luego extienden su campo de acción al financiamiento de los días de huelgas, luego a las bajas por enfermedad y retiros.

Ciertos grandes dueños no serán insensibles a la miseria del mundo obrero, y se harán ilustres por su paternalismo, por su filantropía y sus métodos de trabajo tanto vanguardistas como competitivos. Robert Owen comenzó así a poner las bases del movimiento cooperativo en su fábrica de New Lanark, proponiéndoles a sus obreros tanto clases nocturnas, como jardines para sus niños.

Capitalismo moderno


Mientras que la legislación favorecía a la burguesía, la revolución industrial se embala a inicios del siglo XIX. Las producciones cada vez más importantes en volumen, y los productos cada vez más complejos, necesitan inversiones cada vez más grandes. Es el caso en la industria naciente, pero también en la agricultura donde las grandes máquinas (las segadoras trilladoras desde 1834) hacen su aparición. La desviación creciente entre el coste de estas máquinas y los salarios, así como la limitación de los bienes comunes y la dureza del trabajo, contribuyen segmentando la sociedad en dos grupos muy distintos: los propietarios del capital, y aquellos a los que Marx llamará más tarde los "proletarios". Las fábricas se desarrollan, los campesinos son llevados desde sus campos para reunirlos en las ciudades y vender su fuerza de trabajo en la industria.

En un siglo, el triunfo del capitalismo industrial transformó una sociedad tradicional, rural y agrícola, en una sociedad urbana e industrial. El éxodo rural, combinado en la explosión demográfica, despobló los campos y los obreros llegaron para amontonarse en los suburbios de las grandes ciudades industriales. Esta concentración humana, asociada con la miseria obrera y con la desocupación (la "armada de reserva" descrita por Marx), contribuye a la emergencia de la conciencia de clase en el seno del proletariado. Antes una miseria agrícola por lo menos igual, posiblemente a menudo peor no arrastraba tales problemas sociales a causa de la ausencia de concentración. Los paisajes se transformaron profundamente, las "ciudades hongo" se multiplican, los grandes centros económicos se reconstruyeron (París por Husman), las regiones carboneras son desfiguradas, entre otros cambios tormentosos.



El mercantilismo

El mercantilismo


A partir del siglo XVI, el pensamiento económico ya no está dominado más por los teólogos, sino por los pensadores laicos que se preocupan en primer lugar de la fuerza del Estado: los mercantilistas. Con el fin de asegurar la expansión de la riqueza del Príncipe, los valores religiosos son olvidados. Poca importancia tiene que la usura sea un pecado o no, los gobernantes no se preocupan más que tal o cual política comercial no sea cristiana: solo cuenta la Razón de Estado. Este pensamiento no es el del capitalismo, visto que se preocupa sólo de la importancia de la fuerza del Estado y no del desarrollo de la riqueza particular. No obstante, primero porque contribuye eliminando los valores religiosos, luego porque puede encontrar interés en el desarrollo de los asuntos particulares, prepara las evoluciones futuras. A menudo la creación de monopolios por el Estado constituía un compromiso entre el enriquecimiento de los vendedores y el involucra miento de la fuerza pública en las actividades más lucrativas. Fue por ejemplo el caso de las diferentes Compañías de Indias.


El capitalismo medieval


Para Fernand Braudel (la Dinámica del capitalismo, 1985), el capitalismo es una "civilización" con raíces antiguas, ya habiendo conocido horas prestigiosas, tales como las grandes ciudades-estados comerciantes: Venecia, Génova y Amberes, entre otros. pero las actividades son minoritarias hasta el siglo XVIII. Werner Sombart (El capitalismo moderno, 1902) fecha la emergencia de la civilización burguesa y del espíritu de empresa en el siglo XIV, en Florencia.
Así como lo muestra Braudel, encontramos en la Edad media las primeras manifestaciones del capitalismo comercial en Italia y en los Países Bajos. El comercio marítimo con Oriente, en respuesta a las cruzadas, enriqueció a las ciudades italianas, mientras que en los Países Bajos, a la desembocadura del Rin, que hacía el lazo entre Italia y Europa del Norte, dominada por la Liga Hanseática. En las grandes ciudades, los vendedores de paños y de las sederas adoptan métodos capitalistas de gestión. Efectúan ventas al por mayor, establecen mostradores y venden sus productos en conjunto en las grandes ferias europeas. Se abastecen de materias primas tanto en Europa como en Levante. En esta época turbada de la Edad media, ajustan sus pagos por letras de cambio, menos peligrosas que el transporte de metales preciosos. De esta forma, lógicamente se desarrollan, en paralelo del capitalismo comercial, las primeras actividades bancarias del capitalismo financiero: depósitos, préstamos sobre prendas, letra de cambio, seguros para las embarcaciones.
Estos capitalistas se enriquecen extendiendo su influencia económica sobre el conjunto de Occidente cristiano, creando así lo que Braudel llama una "economía-mundo". En su análisis, Braudel distingue la "economía de mercado" del capitalismo, este último constituyendo un tipo de "contra mercado". Según él, la economía de mercado (es decir la economía local en aquella época) está dominada por las reglas y los cambios leales, porque sometida a la competencia y a la transparencia relativa, el capitalismo intenta evitarlo en el comercio lejano con el fin de librarse de reglas y de desarrollar cambios desiguales como nuevas fuentes de enriquecimiento.

Podemos observar que desde la Antigüedad, sistemas idénticos habían sido puestos en práctica por los fenicios, griegos, los Cartagineses y los romanos. Estos sistemas fueron marcados no obstante más por el imperialismo y el esclavista que por el capitalismo. A través del mundo, otras formas de capitalismo comercial se desarrollaron de manera precoz en la época feudal (bajo la dinastía Ming en China por ejemplo).Podemos observar que desde la Antigüedad, sistemas idénticos habían sido puestos en práctica por los fenicios, griegos, los Cartagineses y los romanos. Estos sistemas fueron marcados no obstante más por el imperialismo y el esclavismo que por el capitalismo. A través del mundo, otras formas de capitalismo comercial se desarrollaron de manera precoz en la época feudal (bajo la dinastía Ming en China por ejemplo).

El socialismo


El socialismo fue un ideal de sociedad justa e igualitaria que debía importarse en un mundo que sustituyera al capitalismo, comunidad libre, trabajo común, el producto se debe repartir equitativamente en relación de armonía y no de dominación. No debe existir clase social, cooperativas en la educacióny fuerza moral el principal moderador de esta comunidad socialista es Carlos Marx y Federico Engels.
Los primeros socialistas soñaban con la fundación de comunidades libres en las cuales se desarrollara el trabajo común.
Estas comunidades se fundarían en el interior de la sociedad capitalista, como islas de armonía, rodeadas de relaciones de justicia.
Esta fue la primera forma de socialismo, un ideal que debía implantarse en la realidad y que cobraría vida entre los hombres con base en su fuerza moral y el ejemplo.
Carlos Marx pensaba que el socialismo moderno no podía seguirse fundando en ideales, sino en realidades: se trataba entonces de repensarlo auxiliándose en hechos proporcionados por la ciencia social, por el conocimiento profundo de cómo funcionan las sociedades, que tipos de organizaciones sociales han existido en la historia de la humanidad, cuales son sus leyes de funcionamiento y como se pasa de una a otra.


(Valencillos, 1998) La afirmación de que el Estado ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del capitalismo, es hoy por a hoy, casi un lugar común. Este papale se refiere tanto a su expansión interna, es decir al interior de otras.
El socialismo moderno era entonces una teoría materialista y ya no idealista, porque se sustentaba en los hechos históricos científicamente interpretados. El socialismo de Carlos Marx y Federico Engels era un socialismo científico.
Para Carlos Marx el socialismo científico estudia cuando una sociedad ha madurado según sus propias leyes y ha empezado a dejar de satisfacer a la mayoría de sus habitantes: cuando sus relaciones de producción estorban al desarrollo de las fuerzas productivas y los hombres han tomado conciencia y formado una voluntad de cambio para iniciar la gran empresa de armar una nueva sociedad.

Este socialismo establece en consecuencia que es resultado del desarrollo del capitalismo llevado al limite de sus posibilidades. Cuando las relaciones de producción capitalista estorban el desarrollo de las fuerzas productivas susceptibles de beneficiar a las mayorías, entra en crisis y abre la posibilidad de su sustitución.

El socialismo era pensado por Marx y Engels como una etapa histórica de la humanidad en la cual se iniciaba la liberación de las fuerzas productivas, el establecimiento de las relaciones de producción sin propiedad privada, con un Estado de los trabajadores y con el poder hermanos del pueblo, como medidas para liberar el desarrollo tecnológico que pueda resolver los problemas de bienestar social de la mayoría.